1.2.09

Soledad, con el sello que la distingue


Hoy, en la novela y penúltima jornada del Festival Nacional Folklórico, la consagrada cantante de Arequito será el plato fuerte de una noche en la que también actuarán Luis Salinas y Rubén Patagonia. Roberto Oña Especial para "La Nueva Provincia"
Cuando faltaba un lustro para concluir el siglo anterior, una traviesa y pizpireta niña de quince años se atrevió a enfrentar con su incipiente "desenfado" y empuje vocacional, a emplear la actitud antilógica que supuso desafiar desde el escenario Atahualpa Yupanqui al público que llenaba las butacas en aquel enero del 96. Soledad Pastorutti entonces tenía 15 años y merced a las gestiones de quienes adivinaron en ella el talento aún sin pulir por su juventud e inexperiencia, accedió al tablado mayor. Fue impacto desde aquel primer encuentro con la gente, y punto de partida para que el camino artístico ornamentado con su poncho al viento, llegara al corazón de los destinatarios que admiraron y admiran e esta joven mujer de nuestro arte folklórico. Hoy, ya con 28 años y con la lógica evolución humana y de su trabajo cantando o actuando, Soledad se enfrenta al mismo público, pero estableciendo un diálogo adulto con su gente, que ya --además de admirarla-- la ama. Por lo demás, Soledad Pastorutti hizo conocer a Arequito (su pueblo santafesino) en todo el país, no simplemente apelando a las menciones en sus presentaciones, sino comunicando sus modos, formas y estilos de vida de un lugar incorporado al ambiente semirural de nuestra geografía. Hoy será la figura central de la penúltima noche coscoína. Cosquín la aguarda. Tal vez --aún hoy con su formación artística ya desarrollada--, la joven artista todavía no deje de lado los nervios que la memoria provoca al recrear aquellos primeros contactos del Festival Nacional del Folklore como una niña "alocadamente" saltarina, de ojos grandes, revoleando el poncho o imitanto la interpretación de un charango inexistente, ante la ovación de la gente que la consagró en los escenarios y la ubicó en su corazón.

Fuente: LNP / LSD ®